Contradicciones del modelo monoteísta cristiano

Quisiera ahora explicarles lo absurdo de una profunda e inadvertida contradicción. Es bastante simple, lo que reside ahí arriba o en el corazón de muchas personas, es algo idealizado, que no quiere significar esta palabra en un principio la existencia o no del sujeto del que hablamos: el ser supremo de las diversas religiones que se basan en el Monoteísmo.
Pero bien es cierto que lo ideal es lo perfecto, no lo hemos visto, pero es una idea, y en su perfección está la existencia.
Pero observemos este caso. Lo todopoderoso y la perfección de la inteligencia, la extrema bondad, la justicia debe residir en la figura del que hablo.

Pongamos un caso claro. Enfrentemos la Extrema justicia de Dios con su bondad.
Cayó Lucifer, arcángel, al infierno para pagar todos sus pecados, en la eternidad. Se aplica la justicia extrema. Se aplica la justicia PERFECTA. ¿Pero bien… donde está la bondad? Para administrar una justicia perfecta Dios tiene que dejar a un lado su interminable bondad…
¿Pero no era todopoderoso? Por qué no administra la justicia perfecta al igual que la bondad perfecta? La respuesta a esto es que con su sabiduría perfecta Dios equilibra la justicia y la bondad, dando el juicio perfecto. Pero el equilibrio dista mucho de la justicia completa y de la bondad completa, es decir, no se alcanza de ninguna manera ni la justicia completa ni la bondad completa. No se alcanza lo perfecto en ninguno de los casos.

Pongamos otro ejemplo, diremos que Dios quiere crear una especie, llamada los humanos. Le crea un universo que descubrir, un lugar para vivir, y un equilibrio perfecto entre lo que tienen y lo que necesitan. Pero al poco tiempo, Dios observa que los repartos ya no están equilibrados, los ricos son muy ricos, los pobres, son demasiado pobres. ¿Que deberá hacer Dios? ¿Alterará el curso de la historia de los hombres solucionando el problema y eliminando así la capacidad de que se guíen por sí mismos? ¿O más bien los dejará hacer a su manera, observando como destruyen su casa y se destruyen entre sí? En la plenitud de su bondad, se encontraría en el dilema de ayudarlos y solucionarles todo, o no quitarles la capacidad de pensar por sí mismos y madurar por su cuenta, tachándolos de incapaces.

Resumiendo, la inteligencia limita el poder y la bondad, y el poder la inteligencia y la bondad, y la bondad el poder y la inteligencia… Y todas las cualidades que se le pueden atribuir a un ser pensante, llevadas a lo que debería ser su perfección, limitará a otras cualidades que también se han llevado a la perfección. Pero el todopoderoso, el completamente perfecto, debería gozar de todas sus facultades perfectas al mismo tiempo, y sí, a la perfección. Se llega así a la conclusión de que el ser perfecto, es decir, el que no tiene fallo ni limitación, es imposible.
Entonces, digamos que nadie, ni siquiera el que dicen que está ahí arriba es perfecto.

Pero entonces, pensemos en una cosa, sin la perfección, aquella que le permitiría existir (Dios es perfecto, y las cosas perfectas tienen en su perfección el existir.VÍA TOMISTA), debe mostrarse al mundo de alguna manera. Mi existencia es real en tanto en cuanto se me capta a través de los sentidos. Es un hecho irrefutable. Pero este ser, que ahora sabemos que no puede ser perfecto, y que por lo tanto no se puede servir de ello para existir, no se manifiesta a través de los sentidos, que es por donde se mostraría la verdadera realidad de su existencia.
Ahora sólo cabe pensar en esto con valor, o resignarnos a lo que no conocemos ni queremos conocer, agachar la cabeza y aguantar el tirón de una vida limitada y en la que se debe sufrir, esperando encontrar en otra vida el Cielo (¡Sí!¡La felicidad perfecta!) y aplicar aquello de que el ser humano no lo puede saber todo, bajo el título de… ¡DOGMA!